La vitamina C colabora en la formación de colágeno, huesos y dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones. Dicha vitamina posee además acción antioxidante y mejora el sistema inmunológico.
Es una vitamina hidrosoluble, y su exceso es fácilmente eliminado en la orina, por lo que podemos consumirla sin problemas.
Las dos principales funciones de la vitamina C son actuar como antioxidante y como cofactor de enzimas.
De las frutas que disponemos en los mercados habitualmente, podemos destacar las que más vitamina C aportan:
Kiwis
Su componente mayoritario es el agua. Es de moderado aporte calórico, por su cantidad de hidratos de carbono. Destaca su contenido en vitamina C; más del doble que una naranja, y vitaminas del grupo B, entre ellas el ácido fólico.
Posee 92.7 mg de Vitamina C, por cada 100 gramos de producto.
Como curiosidad, la introducción de esta fruta en Nueva Zelanda, tuvo tal éxito que se le asignó el nombre de kiwi, dada su semejanza con el cuerpo de una ave no voladora llamada así y que figura en el emblema nacional.
Fresas
Las fresas y los fresones son frutas que aportan pocas calorías y cuyo componente más abundante, después del agua, son los hidratos de carbono (fructosa, glucosa y xilitol). Destaca su aporte de fibra, que mejora el tránsito intestinal.
Aportan 58.8 mg de Vitamina C por cada 100 gramos de producto.
Limones
Son las frutas de menor valor calórico, aunque hay que tener en cuenta que no se consumen como fruta fresca sino sólo su zumo. Destaca su contenido en vitamina C, ácido cítrico y sustancias de acción astringente. El mineral más abundante es el potasio.
Disponen 53 mg de Vitamina C por cada 100 gramos de producto.
Naranjas
Al igual que las mandarinas, destaca su escaso valor energético, gracias a su elevado contenido en agua y su riqueza de vitamina C, ácido fólico y minerales como el potasio, el magnesio y calcio.
Poseen 53,2 mg de Vitamina C por cada 100 gramos de producto.
Mandarinas
El componente mayoritario en las mandarinas es el agua y, respecto a otras frutas de su género, aporta menos cantidad de azúcares y por tanto menos calorías. La cantidad de fibra es apreciable y ésta se encuentra sobre todo en la parte blanca entre la pulpa y la corteza, por lo que su consumo favorece el tránsito intestinal. De su contenido vitamínico sobresale la vitamina C, en menor cantidad que la naranja, el ácido fólico y la provitamina A, más abundante que en cualquier otro cítrico.
Tienen 26.7 mg de Vitamina C por cada 100 gramos de producto.